miércoles, 10 de abril de 2013

Desinformación

Escribo esta entrada a raíz de una serie de eventos que se han dado últimamente con demasiada frecuencia en mi universidad y que, a decir verdad, me han tocado bastante las narices. 
No solo es el hecho de que, según mi profesor de Filosofía y por lo que ya nos temíamos todos, los profesores se niegan a reunirse para ponerse de acuerdo sobre el temario y la carga lectiva y de trabajo que nos van a imponer a lo largo del curso, y claro, así acabamos reventados y con más horas de trabajo de las que tiene el día. Que no digo que tengamos todos los días para rascarnos la nariz libres de trabajo, pero se agradecería un poco de coordinación para que no demos el mismo tema cuatro veces en cuatro asignaturas distintas y que luego nos manden trabajos de fin de grado prácticamente. 

Porque esa es otra, los trabajos. Yo entiendo que con el nuevo sistema de Bolonia los proyectos adicionales a las clases y a los exámenes han cobrado mucha importancia, y si hay que chapar se chapa, que para eso estamos en la universidad, pero lo que no tolero es que se nos trate como idiotas y como cachos de carne. Si un profesor no dice desde el principio lo que quiere y cambia de opinión quince veces después de dar indicaciones contrarias a los alumnos que le han preguntado, y además lo hace de malas maneras, pues lo normal es que nosotros tengamos dudas y nos equivoquemos a la hora de hacer el dichoso trabajo. Pero que además nos lo eche en cara tachándonos de poco menos que estúpidos cuando es él quien no se ha aclarado desde el principio me parece indignante. Especialmente teniendo en cuenta que hay gente que ya se ha trabajado el tema y que por los cambios de opinión del profesor todopoderoso tiene que tirar a la basura todo el trabajo ya hecho. 

Estoy muy, muy quemada con la asignatura de Historia Antigua este cuatrimestre, tanto por la ineptitud de una de las profesoras a la hora de dar el temario, que se ha quedado a mucho menos de la mitad, y su poco entusiasmo al dar la clase, pues parecía que nos hacía un favor con su presencia y que no éramos más una pesadez para ella, como por la desorganización que se nota en todo el grado, con cada profesor haciendo lo que le parece  de la forma que le parece, volviéndonos locos a los estudiantes. Me parece poco menos que una vergüenza, pero ya apenas queda nada de tiempo para acabar. Confío en que 2º sea algo mejor. Aun así, me encanta lo que estudio y estoy muy contenta, pero deberían replantearse la forma de impartir el grado, y especialmente ponerse de acuerdo, por favor.  

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