martes, 6 de noviembre de 2018

#LeoAutorasOct 2018

Un año más, me uno a #LeoAutorasOct. Prácticamente solo uso este blog para eso, pero ¿qué mejor uso se le puede dar? Igual que el año pasado, os remito a la web de la iniciativa, a la Nave Invisible, que están realizando una fabulosa labor de visibilización de autoras, y al twitter de mi lectora favorita, Delfina Palma, cuyas recomendaciones me apunto todas sin perdonar una, y todo es canela en rama. La mitad de los descubrimientos que he hecho este año han sido gracias a ella.

Mi experiencia del año pasado con el #LeoAutorasOct me abrió los ojos de una manera increíble. Es cierto que entonces me esforcé por escoger solo libros escritos por mujeres, y aunque no me costó demasiado, sí tuve que apartar unos cuantos que suelo leer escritos por hombres. Este año, en cambio, el principal problema que he tenido ha sido ¡qué escoger entre tanta autora! Y es que desde octubre del año pasado la cantidad de autoras que leo se ha disparado de manera estratosférica. He descubierto que hay vida más allá de Tolkien y de Martin (a los que adoro), que hay fantasía fresca, distinta, divertida, y sinceramente me encanta. He descubierto autoras pequeñas y grandes, unas mejores y otras peores, pero todas aportan algo nuevo a lo que ya conocemos todos. Este pasado año he leído prácticamente solo autoras. Y ojo, que yo no discrimino por género, yo leo basándome en la calidad *guiñoguiñocodocodo*. 

Este año me he propuesto hacer un #LeoAutorasOct un poco distinto para mí y leer solo a autoras a las que no he leído nunca. Desconocidas para mí que al final de este octubre sea un poquito menos desconocidas. Me ha costado decidirme porque me muero por leerme Empire of Storms de Sarah J. Maas, pero ya llegará, ya. También he hecho un hilo de Twitter. ¡A por ellas!

-the witch doesn't burn in this one, amanda lovelace. Pongo todo en minúsculas, ya que así lo hace la propia autora. Un recopilatorio de poesía que me dejó una buena amiga llena de rabia, sororidad, rebelión y energía, que urge a moverse y a cambiar el futuro sin olvidar el pasado. No podrán con nosotras, porque somos brujas y, por fin, estas brujas no serán quemadas.

-Queen Victoria's Matchmaking: The Marriages That Shaped Europe, Deborah Cadbury. Repaso al cambio de siglo y a la política matrimonial de la reina Victoria y de su (finado) marido Albert. Les salió el tiro por la culata, para qué nos vamos a engañar. Pero me ha encantado, me lo he pasado fenomenal descubriendo partes de la historia europea que no conocía. Tengo sentimientos encontrados, porque si bien toda esta eran personas con sentimientos (como bien demuestran en sus cartas) y tenían derecho a sufrir como cualquier otro ser humano, también tengo la sensación de que la autora los blanquea demasiado. Quiero decir, sí, Nicolás sufrió mucho y tenía un carácter débil, pero también era el zar de toda Rusia y vivía entre paños de oro mientras millones de personas de morían de hambre. Con él voy a empatizar lo justito. Lo que más gracia me hace es cómo casi todos los nietos de Victoria perdieron sus tronos con las dos Guerras Mundiales con historias estremecedoras, de exilios y ejecuciones, y Alfonso XIII y Ena simplemente salieron por patas de Madrid con todo el erario público y vivieron del cuento en Suiza cada uno por su lado. Pobrecitos, ¿eh? Ñeñeñeñe.

-The Guernsey Literary & Potato Peel Pie Society, Mary Ann Shaffer & Annie Barrows. Disclaimer: Mary Ann Shaffer fue quien concibió y escribió el libro, pero murió antes de llegar a verlo publicado y lo dejó en manos de Barrows, que lo editó y figura como co-autora. Una novela epistolar donde cada personaje tiene un carácter muy marcado. Y son todos adorables. Pero adorables de verdad. Me dan ganas de mudarme a Guernsey yo también. Así como el libro anterior trató colateralmente la Primera Guerra Mundial, este se ocupa de la Segunda, especialmente de la posguerra en Inglaterra y en las Islas del Canal, y aun siendo todo lo duro que es en ocasiones es un libro que calienta el corazón y que te hace creer en la bondad humana. Es un libro bonito, en pocas palabras. Muy bonito.

-Agramonte, Yolanda Camacho. También quiero leer y descubrir autoras patrias, hombre ya, y como No son molinos me dejó tan buen sabor de boca, he probado con más novelas cortas de la Editorial Cerbero. Agramonte es una novella de terror con una protagonista que podría ser cualquiera de nosotras en una situación que le podría pasar a cualquiera de nosotras, y creo que precisamente ahí radica lo perturbador del relato. Me gusta mucho cómo Camacho describe la casa de la señora Agramonte, ya que transmite perfectamente la sensación de agobio y de claustrofobia que siente Elena, y tú también acabas queriendo salir de ahí por patas. Sin embargo, una vez te explican en qué consiste el misterio, para mi gusto pierde gracia y tensión, y el final se desinfla muchísimo.

-Micosis, Enerio Dima. Es una novela corta visceral, desagradable y descarnada, y por todo eso la recomiendo muchísimo. Cuesta mucho dejarlo, porque la narración te atrapa y necesitas seguir leyendo, saber qué va a pasar, a la vez que te remueve las entrañas, ya que coge todas las miserias de la sociedad humana y te enfrenta a ellas, quieras o no. Hay mucho que desgranar de esta historia y se merece una segunda lectura. Dadle una oportunidad, de verdad. Yo por lo menos tengo muchas ganas de comprar más libros de Enerio.

-Servant of the Underworld, Aliette de Bodard. Aliette es una autora a la que veo mucho pasar por mi twitter y la verdad es que todos los argumentos que he leído de sus obras me han llamado la atención, así que decidí darle una oportunidad con este libro. Y ha sido un acierto. Fantasía y misterio en el imperio azteca, ¿qué más se puede pedir? Una vuelta de tuerca a la ya manida fantasía medieval europea. Me ha dado muchas muchas ganas de leer sobre los aztecas, que reconozco que es una civilización de la que apenas sé nada. Le daré una oportunidad a los otros dos libros de la saga, aunque este funciona perfectamente por sí solo.

-Bitch Doctrine, Laurie Penny. N.B. Añadí este libro a mi #LeoAutorasOct pensando que la autora era una mujer, pero a mitad de libro me enteré que es de género fluido, entre el femenino y el nb, pero sí accede a definirse como mujer en tanto que sujeto político, así que he decidido mantenerla. Una colección de ensayos cortitos (quizás entradas de blog o algo similar, esa es la impresión que me ha dado) sobre temas muy diversos: feminismo, género, política... Los trata todos muy bien, especialmente los de género, pero al final se me ha hecho un poco repetitivo: todos los capítulos se parecían mucho entre sí y no había un hilo conductor que hiciera el libro coherente. Está bien pero tampoco me ha entusiasmado.

-Barro, Alicia Pérez Gil. Mira macho, yo qué sé.

-To Kill a Kingdom, Alexandra Christo. Esta autora tiene que ser de ascendencia griega sí o sí: todos los reinos tienen nombres griegos y las sirenas hablan griego (puntazo para mí, desde luego, aunque que haya una familia japonesa me sacaba muchísimo de la trama). Para mi gusto, está demasiado empeñada en explicarte muy bien su worldbuilding, hasta el punto que resulta un poco impostado: demasiadas explicaciones, demasiados reinos que no tienen demasiado peso en la trama. La historia, por su parte, no es nada que no haya visto antes, un re-telling de La Sirenita con una "mujer fuerte" de protagonista; un poco demasiado cliché para mi gusto, y me he visto venir todo lo que ha pasado. Aun así, está entretenido, y aunque poco original, entretiene.

-The Female Man, Joanna Russ. No sé si es porque iba con unas expectativas muy altas o que esperaba algo distinto (tampoco soy una gran lectora de ciencia ficción), pero este libro me ha decepcionado mucho. Me he aburrido como una ostra, qué se le va a hacer.

¡Hasta el año que viene! ¡Felices lecturas!

martes, 31 de octubre de 2017

Me sumo a #LeoAutorasOct

Aunque lo parezca, este blog no está muerto y enterrado aun. Quizás herido de muerte, un poquito mutilado y con una patita en la tumba, pero muerto no, eh. ¡Resurge de tus cenizas, Lázaro!

El caso es que retomo el blog de forma circunstancial porque este año me quiero sumar a la iniciativa #leoautorasoct que se realiza a través de Twitter y que ahora además estrena web. A través de la cuenta de La Nave Invisible y de otras twitteras que se han convertido para mí ya en un referente de recomendación de libros, he conocido a una cantidad ingente de autoras, sobre todo de fantasía y ciencia ficción, que me han hecho entusiasmarme otra vez por el género y dar una vuelta de tuerca a lo que yo entendía por literatura de fantasía. La fantasía hecha por mujeres EXISTE y, creedme, es buena de narices.
Antes de pasar a mis lecturas de octubre, que habré ido comentando brevemente en mi twitter, no puedo dejar de recomendar a Kameron Hurley y su The Stars are Legion (aka Lesbians in Space) y la saga A Court of Thorns and Roses de Sarah J. Maas, dos autoras diametralmente opuestas en temas y planteamiento pero con las que he disfrutado como una enana.

-Our Happy Time, de Gong Ji-Young. Originalmente publicado en coreano en 2005, llegué a este libro a través de las críticas que leí del manga basado en él, Watashitachi no Shiawasena Jikan (y que, por cierto, ha sido pedido hasta la saciedad en el blog de Ivrea). Y como últimamente Corea me llama mucho la atención y estoy poniéndome con el idioma, decidí darle una oportunidad. Y la verdad es que me ha dejado un sabor de boca un tanto agridulce.
Por un lado es un libro que engancha, muy bien escrito, con una historia muy dura, unos personajes atormentados y una crítica social bestial, tanto al conservadurismo de la sociedad coreana, obsesionada con el qué dirán, como a la pena de muerte, aun vigente en Corea, a la que la autora se opone vehementemente.
Por otro lado, es un libro que a mi parecer blanquea mucho el sufrimiento y el dolor. Comprendo que los protagonistas son los protagonistas y que la autora querrá que empatices con ellos, pero yo lo siento mucho, a mí [SPOILER] un tipo que está condenado por ser cómplice de una violación y un triple asesinato no me parece una bellísima persona te pongas como te pongas. Puedes haber sufrido mucho en esta vida y eso no justificaría que actúes de esa manera con otro ser humano [FIN SPOILER]. Aunque sí entiendo que el perdón es también un concepto muy complicado y no sé cómo actuaría yo en un caso parecido, pero por desgracia creo que no coincido con la autora. Y la carga religiosa de toda la novela es algo que, a nivel personal, me ha resultado hipócrita y artificial. No compro, lo siento.
No es una mala novela, desde luego, de hecho la recomendaría, no solo por ser un tipo de narrativa poco común (nadie lee a autores coreanos, no nos engañemos), sino también porque te remueve las tripas y te hace reflexionar sobre temas muy diversos.

-A Darker Shade of Magic, de V. E. Schwab. Aquí vuelvo a la fantasía, mi género favorito con diferencia, y en este caso se trata de fantasía victoriana. La acción transcurre en tres Londres distintos, cada uno con sus peculiaridades y personalidad, y hay misterio, intriga y dolor de barriga. No, es broma, pero me ha encantado, la acción te engancha desde el principio y la magia es fascinante, ya que te explican lo justo y necesario para que no sepas cómo funciona pero entiendas la historia. Kell, el protagonista, es carismático y un bebé al que hay que proteger, y da muy bien la talla, y los gemelos Dane me gustan mucho como antagonistas, aunque yo les habría dado más trasfondo, puesto que los veo un poco planos. Si tuviera que quejarme de algo sería de Lila, la protagonista femenina, que si bien no es "la chica" como podría ser en otras circunstancias, sí que la veo un poco estereotipada y cliché en el "yo no soy como las demás chicas", y siento que podría haber dado mucho más juego del que ha dado. Y en segundo lugar Vitari, que para mi gusto palidece en comparación con el bosque de Uprooted de Naomi Novik (¡leedlo, malditos, leedlo!), y no consigue ser todo lo malvado que debería.
Pero aun así lo recomiendo mucho. Tiene de todo: magia, Londres victoriano, peleas, bailes, personajes atormentados que esconden sus sentimientos... ¡Como a mí me gusta!
P.D. Es el primer libro de una trilogía, id avisados cuando lo empecéis, aunque este libro funciona como una historia con principio y fin, lo que le da muchos puntos.

-Feminismo para principiantes, de Nuria Varela. Ensayo sobre el feminismo, sus orígenes e historia, objetivos y situación actual. Me ha gustado en tanto que me ha parecido muy informativo y muy revulsivo, ya que plantea situaciones sobre las que reflexionar, estés o no de acuerdo con la postura de Varela, que a pesar de intentar mantener la neutralidad a lo largo del libro se le nota de qué pie cojea. Personalmente, no estoy de acuerdo con varias de las cosas que comenta, más en la forma que en el fondo, pero me parece un libro de lectura obligatoria para todAs y todOs, para entender un poco mejor el mundo en el que vivimos y la manipulación que se ha hecho históricamente de la vida de las mujeres. Que no nos quejamos por vicio, ¿sabéis? Aunque ya se sabe que no hay peor ciego que el que no quiere ver, por desgracia. Aun así, lo recomendaría 100%. ¡Ideal para discusiones en grupo!
Como bonus, al final del libro hay unos anexos con declaraciones muy interesantes, como la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de Olimpia de Gouges o la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls, que, para variar, no se verán en los libros de Historia, porque total, solo eran mujeres. Qué lástima.
Una cosa curiosa que me ha pasado con este libro es que a veces me encontraba pensando "qué autora tan prepotente", y no me gusta, porque no estoy segura de que hubiera pensado lo mismo si se hubiera tratado de un autor. Tendemos a desacreditar a mujeres que escriben de forma segura y contundente, y hay que dejar de hacerlo. No es fácil deconstruirse, amigos.
Y por quejarme un poco, NO SEPARÉIS EL SUJETO Y EL PREDICADO CON UNA COMA, POR EL AMOR DE ZEUS. NO, NO, NO. Cada vez que lo hacéis muere un gatito, que lo sepáis.

-La lengua de los dioses, de Andrea Marcolongo. En la página 64 de este librito sobre la historia y funcionamiento del griego antiguo, concretamente en el capítulo dedicado a los acentos, espíritus y sonidos, me encuentro con esta perla:
Luego, además, muchos profesores definen los espíritus y los acentos como ornamentos: una especie de comas y rayitas que quizá hagan que las palabras resulten más elegantes, pero que son inútiles por completo, como algunas mujeres hermosas demasiado arregladas, casi falsificadas.
¿Disculpa? ¿Por qué tengo que tragarme semejante despropósito machista en un libro sobre el griego antiguo? Claro que la autora se enorgullece de no ser como "las demás" y llevar en en el bolso una historia de la lengua griega y no un pintalabios, así que qué esperar.
No, no me ha gustado este libro. Mientras que de contenido es correcto (no he encontrado nada erróneo, salvo una evidente falta de compresión sobre el Banquete de Platón), la forma es terrible. Dantesca. Cursi. ¡Cursi, muy cursi! Más que un libro de griego parece un manual de autoayuda. A eso se le suma la tecnofobia de la autora ("En estos tiempos nuestros, en los que siempre estamos conectados a algo y casi nunca con alguien"), que repite como un mantra una y otra vez a lo largo de la obra, y una especie de creencia de que los griegos eran seres de luz, puros, bellísimos, que vivían de veras la vida (no como nosotros, pobres infelices, que no llamamos por teléfono y que llevamos pintalabios en el bolso) y que veían más allá del género, de ahí que tuvieran tres. Porque por supuesto, todo el mundo sabe que los griegos jamás fueron ni machistas ni racistas ni violentos, sino que se dedicaban a admirar los colores del mar y a componer poesía. Por favor.
Mire, señora Marcolongo, ni los griegos eran los seres de luz que usted nos quiere vender, ni una lengua se "estropea" cuando se extiende a más hablantes (¿qué es eso de que el griego se degradó cuando se tuvo que extender por el imperio de Alejandro para un público menos "excelso"?  ¿Y que "cuando una lengua pertenece a todo el mundo, no pertenece a nadie"?), ni, especialmente, una lengua es mejor que otra. No, señora Marcolongo, el español, o el italiano, su lengua natal, no son tristes sombras al lado del griego, que por tener cualidades lingüísticas que nuestras lenguas han perdido no es mejor ni peor que ellas. Las lenguas son distintas, simplemente, y cada sociedad construye su lenguaje de la forma más conveniente para ella, lo que no significa que pierda el espíritu y la belleza de la vida ni ninguna tontería del estilo. Los griegos, y vaya por delante que los amo con toda mi alma, eran un pueblo violento, misógino, xenófobo, clasista y tramposo, y que tuvieran un lenguaje con más o menos matices que el nuestro no los convierte en seres superiores. Los griegos eran, muy simplemente, iguales que nosotros hoy en día.

-Strange Practice, de Vivian Shaw. Si tuviera que elegir, diría que mi novela favorita de todo este #leoautorasoct. Iba con pocas expectativas porque no había visto muy buenas críticas en Goodreads y me ha FASCINADO. Una novela de fantasía urbana, con personajes sobrenaturales de la tradición literaria en el Londres moderno y un misterio que resolver. La trama engancha desde el principio, es fresca, muy divertida, y los personajes son tan carismáticos que a las diez páginas los quieres adoptar y achuchar a todos. Greta es una protagonista sólida y muy humana, con la que es fácil empatizar (aunque, por quejarme, es una única mujer relevante para la trama, y no habría estado mal que hubiera alguna más, la verdad); Fass y Ruthven son simplemente adorables, Varney tiene un toque gótico victoriano que le queda fabuloso y Cranwell es graciosísimo. No es una comedia, ojo, aunque tiene pasajes muy divertidos, pero mezcla la diversión con el misterio y el drama de forma soberbia. Al final del libro tenía yo el corazón en un puñito.
Es una novela fantástica, muy muy recomendable y que me he ventilado en un periquete. Al parecer va a ser una trilogía, aunque solo ha salido este primero, y espero con muchísimas ganas los demás. Quiero más Greta y Ruthven, ¡dadme más!

-The Doll-Master and Other Tales of Horror, de Joyce Carol Oates. La verdad es que iba con muchísimas expectativas con este libro porque Oates tiene mucho renombre, y me ha decepcionado muchísimo. Las historias desde luego de terror no son, en todo caso las primeras pero por lo terroríficamente mal que están escritas. Parece que las ha escrito una niña de siete años, y no sé si es el efecto que la autora pretendía conseguir (es lo primero que leo de ella) o es su estilo habitual, pero me ha rechinado todo demasiado. La primera historia, salvando el estilo, no está mal, aunque el final se ve venir. La segunda historia es, cuanto menos desconcertante. ¿Es una crítica social? ¿Quiere Oates mandar un mensaje? ¿El final es abierto o es simplemente que se olvidó de terminar de escribirlo? La tercera historia es un poco agobiante, pero sin llegar a producir miedo. La cuarta historia me pone mala por la representación de la protagonista: hay mejores maneras de representar a una víctima de maltrato, de verdad. Demos un poco de ejemplo. La quinta es la mejor, a mi parecer, aunque se ve el giro final a kilómetros de distancia, pero da una sensación de agobio muy bien conseguida. La última historia es sosa y previsible. Ha sido un libro bastante decepcionante, en conjunto, ya que ni es de terror, ni siquiera produce el más leve escalofrío, y el estilo es olvidable y errático. Es como si Oates hubiera leído las historias cortas de Yogo Ogawa y las hubiera intentado imitar con un éxito bastante cuestionable. Vaya por delante que no he leído nada más, así que posiblemente esta mujer sea una genia y simplemente he dado con el peor de sus libros, pero de lo que no hay duda es de que el terror no es su género.

-Throne of Glass, de Sarah J. Maas. Para finalizar mi #leoautorasoct me he empezado esta nueva saga de la autora de ACOTAR (aunque cronológicamente es más antigua, pero me gusta llevar la contraria). No me ha dado tiempo a acabar el libro en octubre, pero el comienzo promete. Me encanta cómo lleva la tensión entre personajes esta autora, aunque es cierto que tira de clichés y que hay cosas que podría mejorar (y que en ACOTAR ha mejorado, desde luego), pero yo sigo disfrutando como una enana.

He ahí mis lecturas de este mes, todo autoras, muchas de ellas totalmente desconocidas para mí. ¿Mi conclusión? Que somos seres humanos también. Que hay autoras buenas y autoras malas, autoras que hacen verdaderas maravillas y autoras a las que no me acercaría ni con un palo, pero para saber esto hay que LEERLAS. Leed autoras, gente, no solo en octubre, sino todo el año.

viernes, 23 de enero de 2015

Sobre la historia y la universidad

Puesto que este blog está vinculado a mi cuenta de Twitter, prácticamente todos los que me seguís debéis estar hartos de escuchar mis quejas, pero creo que necesito expresar mi frustración en algo más de 140 caracteres para poder dar por cerrado este tema, así que aquí voy.

Este año, durante el primer cuatrimestre, he cursado una asignatura llamada Historia de Grecia en Época Clásica. Nada de especial, la típica historia por periodos (arcaica, clásica, helenística, etc.). Pero claro, yo soy una friki impresionante de Grecia y de su historia; de hecho es a lo que me querría dedicar en un futuro, y si soy capaz de hacerlo seré inmensamente feliz. Quien me conozca esto lo sabe. Que por supuesto no quiere decir que el resto de asignaturas de la carrera no me gusten (algunas más que otras), pero a esta asignatura le puse especial énfasis y especial cariño. Reconozco que no en todas las clases prestaba demasiada atención, porque con mi profesor (no pondré nombres en este post pero el susodicho ya fue mencionado, y no precisamente de forma amable, en una entrada anterior) era increíblemente difícil no dormirte. Su forma de explicar era más que monótona -aunque alguna vez soltaba alguna chanza- y su forma de dar las clases bastante caótica. No puedo decir que me gustara pero me he encontrado profesores peores. 

El caso es que el temario me encantaba. Como soy como soy, en mis ratos libres suelo leer muchísimos libros de divulgación histórica, acumulando volúmenes sobre Helena de Troya, los espartanos, las Guerras Médicas, y ya no os cuento sobre Alejandro Magno. Con esto no quiero decir que me considere más lista que mis profesores ni nada por el estilo, sino que considero que a esta asignatura le pongo una dedicación mucho mayor que a cualquier otra. Tuvimos que hacer un trabajo, y no solo leí libros y artículos sobre los temas elegidos, además de currármelo bastante, la verdad sea dicha, sino que me lo pasé bien. Disfruté como una enana con los trabajos y con el temario y con la historia de Grecia, y ya está. Me llena como persona y como estudiante, y cuando, cosa rara, eso ocurre con una asignatura sientes que tienes un vínculo especial con ella. 

Y por supuesto el golpe duele mucho más.

¿Por qué? Porque los exámenes han sido una hecatombe, y no precisamente del tipo griego. Las notas no han sido bajas, han sido prácticamente inexistentes. Han sido patéticas, de un patetismo que ni yo ni nadie de mi clase considero que se merece. Considero que se ha cometido una injusticia muy grave provocada por el narcisismo endémico de los profesores universitarios. Dicho esto, y recalcando que, de ser posible, mi intención es elevar una queja a quien sea pertinente, todo lo que sigue a esto es opinión totalmente mía y que mis compañeros no tienen por qué compartir.
Yo he sacado una nota muy mala. Muy mala para mis estándares, claro. Muchos me dirían que no lo es en absoluto, pero tengo unas aspiraciones que quiero conseguir y esta maldita nota me va a arrastrar consigo. Lo que más me ha dolido de este suceso es la traición -disculpad si me pongo dramática- que para mí ha sido sacar esa nota, porque parece que todo el trabajo, esfuerzo, cariño, mimo y perseverancia que le he puesto a una asignatura que de verdad me gusta, a la que me quiero dedicar y que me ha llenado mil veces más que cualquier otra se vaya por el desagüe porque mis profesores se creen dioses y los académicos más maravillosos del mundo entero.Me siento traicionada, y esto es así.
Esto me quita las ganas de seguir trabajando y de seguir esforzándome, porque ¿para qué? Al fin y al cabo a los profesores no les importa lo que hayas aprendido sino Dios sabe qué, y total, las notas son números y números, y los trabajos que con tanto esfuerzo has preparado a lo largo del curso les sirven para envolverse los bocadillos. Y esto no va solo por mi profesor de Historia de Grecia, que ha demostrado ser un verdadero egocéntrico e imbécil, sino por la amplísima mayoría de mis profesores. Siento que el alumno universitario está ahí para ser maltratado, para ser menospreciado y para sufrir. 

Estamos aprendiendo, ¿no es así? Si supiéramos hacer comentarios de texto o de imagen, o cada movimiento de la batalla de Esfacteria o todas las leyes agrarias de la República no nos matricularíamos en una universidad que cada año sale más cara, que cada año se hace más elitista e insípida; no, nos quedaríamos en casa revolcándonos en nuestro magnífico saber, como deben hacer muchos de mis profesores que parecen creerse por encima del bien y del mal. No nos escupáis ni mordáis ni gritéis cuando os preguntemos cómo se hace cual o qué hay que hacer en tal, estamos ahí para APRENDER de vosotros, y el ejemplo que estáis dando es más que pésimo. No sé qué se valora en la universidad actual, pero desde luego el saber, el entusiasmo y el trabajo no especialmente.

Espero que en otros países no sea así, pero el clima de la universidad como centro de trabajo, al menos en el área de Humanidades, me da verdadero asco. Ahí os quedéis con vuestra competitividad y con vuestras pequeñeces y con vuestra bilis.

Yo me voy a ser feliz.

jueves, 26 de junio de 2014

Lectura en bloque

Y por fin retomo el blog, tras limpiar las telarañas y espantar a un par de murciélagos que se habían instalado por aquí. Lo retomo para reseñar en bloque varios (muchos) libros que me he tenido que leer estos últimos meses para un curso de Literatura al que me he apuntado este verano. Unos mejores, otros que me han gustado menos, pero tengo que reconocer que estoy muy contenta de haberme puesto con ellos porque todos me han aportado algo y me han demostrado que no sé escribir.

  1. El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness) de Joseph Conrad. El primero que me leí, allá por abril. Bastante más cortito de lo que me esperaba, pero me gustó mucho. Aunque a priori el título pueda parecer algo "místico", el libro trata sobre la colonización y la explotación europea del África negra durante el siglo XIX. Es un libro lento, con poca acción, pero con una forma de narrar y de describir preciosa. Muy bueno. 
  2. Wolf Hall de Hilary Mantel. Lo que comúnmente se conoce como un libro tochaco. Casi 600 páginas sobre el divorcio de Enrique VIII de Catalina de Aragón y su posterior boda con Ana Bolena, todo contado desde la perspectiva de Thomas Cromwell. Por partes. En cuanto al argumento, apasionante. Claro que se disfruta mucho más si eres un entusiasta de la historia inglesa, como me pasa a mí, pero este libro ha conseguido que investigue como nunca personajes y hechos de este periodo, además que conseguir presentarse a los protagonistas de una época histórica tan manida como el reinado de Enrique VIII desde otra perspectiva. Por esta parte, genial. Ahora, en cuanto a la manera de narrar, Hilary Mantel "se me hace bola". Tiene muchos, muchos altibajos, con partes en las que no puedes soltar el libro y otras en las que es imposible cogerlo. Tardé bastante en leerlo, pero pensándolo bien, al final me dejó tan buen sabor de boca que sí lo recomendaría. 
  3. Al faro (The The Lighthouse) de Virginia Woolf. Virginia Woolf es la típica escritora consagrada que tenía pendiente leer pero nunca me había puesto a ello, y ahora he tenido una oportunidad. Debo reconocer, aunque muchos me apalearían, que el libro no me ha gustado. Tiene pasajes preciosos, muy poéticos, verdaderas obras de arte, pero me ha aburrido mortalmente. No tiene historia, no tiene sustancia. Lo siento, Virginia. 
  4. El buen soldado (The Good Soldier) de Ford Madox Ford. El libro que más me había gustado de todos hasta que Be Near Me le arrebató el puesto. Un libro de 10, recomendadísimo para todo el mundo. Te atrapa y no puedes dejar de leer, y a mi parecer retrata con maestría la hipocresía del ser humano. Cuenta la historia de un matrimonio y su relación con otro matrimonio, muy idílica al principio, todo maravilloso, pero poco a poco se va descubriendo que en realidad no todo era tan bonito como lo pintaban. LECTURA OBLIGADA
  5. La construcción de la torre (The Spire) de William Golding. Más de lo mismo que con Virginia Woolf. Quizá deba leerme El señor de las moscas para cambiar de opinión, pero Golding no me gusta, ni lo que cuenta ni cómo lo cuenta. Aburrido hasta la saciedad. 
  6. Expiación (Atonement) de Ian McEwan. Este me echaba un poco para atrás por ser el típico bestseller con adaptación a la gran pantalla, pero una vez lo cogí no lo pude soltar. La historia se divide en tres partes, cada una contaba desde una perspectiva distinta, y te engancha desde el principio. No voy a hacer spoilers de la trama, pero muy muy recomendable. 
  7. Relatos breves (Short Stories) de Katherine Mansfield. Una antología de relatos cortos, muchos de los cuales comparten personajes. Hay algunos bastante profundos y otros muy tiernos, pero en general me ha resultado muy insulso. Por no hablar de la edición que compré, mala como pocas. 
  8. La verdadera historia de la banda de Kelly (True History of the Kelly Gang) de Peter Carey. Ned Kelly, para quien no lo sepa (yo no lo conocía hasta leer este libro) es el Robin Hood australiano, un saqueador de caminos que se ganó la fama de "libertador" en el sur de la isla, oponiéndose a toda ley y orden. Pues bien, este libro es una biografía novelada de semejante personaje, contada por él mismo mediante cartas que le escribe a su hija, narrando desde su nacimiento hasta su prematura muerte, con un estilo francamente curioso. Me ha encantado, pues no todos los días cae en mis manos un libro que dé tanto detalle sobre la vida en la Australia de hace dos siglos, y la forma de narrar de Carey es magistral. Muy muy bueno. LECTURA OBLIGADA
  9. Be Near Me de Andrew O'Hagan. La única historia que transcurre en la época actual, y un libro simplemente maravilloso. Es una pequeña joya. Es difícil poner en palabras todos los sentimientos que ha producido en mí esta novela. Los personajes están magistralmente dibujados y es imposible no sentir simpatía por el cura protagonista. Es una novela relajada, tranquila, llena de poesía y que no puedes dejar de leer. Un libro como los hay pocos. LECTURA OBLIGADÍSIMA


martes, 25 de marzo de 2014

Helena de Troya [2003]

Esta vez reseño una película, no un libro, pero merece la pena. Por lo general no me gusta que la industria cinematográfica coja temas de la historia antigua para hacer películas, porque las adaptaciones al gusto occidental moderno siempre acaba por destrozar historias de que otra manera serían preciosas. Así, por ejemplo, tenemos Troya, que para mi gusto es una americanada que haría llorar a Homero. 

Sin embargo, el otro día cayó en mis manos esta película. No iba muy convencida, pero decidí verla porque sale Jim Carter, para qué aparentar, porque últimamente tengo una obsesión insana con este hombre (sin desplazar a Mark Gatiss, por supuesto). Y me ha fascinado.

Sí, se desplaza un poco respecto a la historia de Homero y el ciclo épico troyano (cuenta toda la historia de Helena, no solo la guerra de Troya). Por ejemplo, la muerte de Héctor, la de Aquiles o las (no) intervenciones de los dioses se han modificado, pero son detalles que prácticamente pasan desapercibidos, o, al menos, no perjudica a la historia. La ambientación es realmente buena, a pesar de ser una producción de bajo presupuesto (que apenas se nota nada), pero lo que de verdad merece la pena de esta película son los personajes.

No he visto nunca una representación tan absolutamente genial de los caracteres de los personajes homéricos. Teseo, Helena, Menelao, Agamenón, Paris, Aquiles... Esta película ha sabido captar a la perfección el espíritu de cada uno de ellos, la esencia de cada uno de ellos, con sus virtudes y defectos. Me he quedado realmente fascinada.

Recomendadísima. Echadle un ojo y dejaos de tanto Brad Pitt. 


El origen de los faraones (o no tanto)

Aprovechando que mi padre tiene una biblioteca egiptológica que da gusto y que en Historia de Egipto no vamos a pasar del Reino Antiguo, decidí leer este libro, que tenía una pinta muy interesante, esperando encontrarme algo relacionado con el origen de la monarquía egipcia, de su ideología o de sus atributos. Nada más lejos de la realidad.

El título no podría llevar más a equívoco. Origen sí, pero de los faraones nada de nada. Es un libro muy, muy arqueológico, que estudia el arte rupestre del desierto Oriental de Egipto y analiza el modo de vida de las poblaciones predinásticas, esto es, de las culturas de Badari y Naqada. Ni Reinos, ni faraones, ni nada. Vacas. 

A pesar de que no es especialmente largo (200 páginas) y que tiene unas fotos muy buenas y unas partes muy interesantes desde el punto de vista histórico-cultural, se me ha hecho muy, muy repetitivo. Durante más de la mitad se ha limitado a repetir una y otra vez una misma idea, la del nomadismo y pastoreo de estas poblaciones predinásticas. Que sí, que es importante conocer ese primer estadio de la civilización egipcia, pero podría tocar algo más profundamente la institución real. 

Un libro bueno y muy interesante para los entendidos, pero bastante repetitivo. Eso sí, el capítulo final es una relectura muy curiosa de los inicios de la cultura egipcia que da una nueva perspectiva.

El origen de los faraones
Toby Wilkinson
Ed. Destino

lunes, 24 de marzo de 2014

El Juego Misterioso

Miaka Yuuki es una estudiante de secundaria harta de su vida, hasta que un día es absorbida por un antiguo libro chino y se convierte en la sacerdotisa del dios Suzaku.

Pasad por alto mi poco talento para hacer resúmenes. A grandes rasgos, así es como se inicia la historia de Fushigi Yugi, el manga más famoso de Yuu Watase, y no diré más de la trama para no fastidiaros la historia. 

18 tomos en la edición normal, 9 en la tankôbon de EDT
, es un shojo que yo clasificaría de clásico (entre bastantes comillas), que tiene el enorme punto positivo de que no se limita a ser una historia azucara de amor, sino que mezcla todo tipo de elementos temáticos que le dan mucha gracia y que pillan la atención del lector desde el principio. Eso sí, la protagonista sigue siendo una estudiante de 15 años y cae en unos cuantos clichés que a mí personalmente me sobran. Por lo demás es un manga fantástico, con el que yo me introduje en el mundillo, y le tengo un cariño enorme. Lo recomiendo para todo tipo de público.
Además, el estudio Pierrot hizo un anime fantástico que sigue muy de cerca al manga. Y la banda sonora es genial.